Se calcula que en la actualidad hay en nuestro país alrededor de 5,3 millones de personas que tienen diabetes, aunque casi la mitad (43% aprox.) ni siquiera están diagnosticadas. La hipoglucemia es una de las complicaciones más frecuentes en pacientes diabéticos y aunque, por lo general, suelen ser leves y no muy peligrosas, si no se tratan a tiempo pueden complicarse y tener consecuencias muy perjudiciales para la salud del paciente. Por eso, para viajar con diabetes es importante ir bien preparado y, por supuesto, ajustar la medicación y las dosis a cada circunstancia.
La estación estival es una de las épocas en las que los diabéticos tienen que tener más cuidado. Por un lado, el calor y la humedad pueden provocarles más bajadas de azúcar que de costumbre. Por otro lado, las vacaciones suelen ir acompañadas de viajes y cambios en la rutina diaria algo que también puede repercutir sobre su salud, provocándoles problemas de hiper o hipoglucemia.
Por ese motivo, viajar con diabetes o viajar con un diabético puede ponernos un poco tensos si no sabemos bien como debemos actuar en cada momento. Para poder desplazarnos más relajados, lo ideal es tomar una serie de precauciones y llevar todo el material necesario para que, por un lado, el enfermo esté bajo control en todo momento y, por otro, para que tanto él como los demás miembros del viaje tengan la capacidad de reacción necesaria ante posibles imprevistos.
Para todo viaje con un diabético es fundamental llevar insulina y/o antidiabéticos orales, jeringuillas y agujas para los pinchazos y hasta una inyección de glucosa de emergencia. Asimismo, es recomendable llevar encima alimentos adecuados para contrarrestar el efecto de una repentina bajada de azúcar, como una chocolatina o azucarillos, y un medidor de glucosa en sangre para hacerse controles regularmente. Además se recomienda llevar un listado de términos relacionados con la diabetes en otros idiomas, si tu viaje se va a realizar fuera de España.
Pero como prevenir no siempre es suficiente, es importante que tanto el diabético que viaja como sus compañeros, conozcan bien los riesgos así como los pasos que deben dar en cada posible circunstancia.
RECOMENDACIONES PARA EL CUIDADO DE LA INSULINA
Lo mejor es llevar todo el material necesario desde el propio país, aunque se duplique o triplique la cantidad de medicación que fuese necesaria, ya que puede surgir cualquier improvisto y no disponer de la misma medicación.
Concentración de la insulina
En nuestro país, desde el 28 de febrero de 2001, tanto los viales de administración con jeringa como los cartuchos “bolis, pens”, tienen la misma concentración 1/100, es decir, cada milímetro de volumen contiene 100 unidades de insulina.
En algunos países aún se utilizan viales de concentración 1/40. Es evidente que una jeringa de concentración 1/40 no podría utilizarse para extraer insulinas 1/100 y viceversa. Por esta razón es recomendable llevar 2-3 veces más insulina de la necesaria.
Conservación de la insulina
Evite exponer la insulina a la luz y a temperaturas extremas (inferiores a 0ºC o superiores a 30ºC). estos factores pueden alterar la eficacia de la insulina.
La insulina rápida adquiere un color amarillento cuando se estropea por el efecto térmico. En cambio, la insulina NPH o lenta puede no llegar a homogenizar todas las partículas correctamente, quedando algunas adheridas al cristal del frasco.
Por esta razón se recomienda el uso de neveras o bolsas isotérmica, cuando se trasporta la insulina. En eSalúdate disponemos de maletines para diabéticos, de calidad y a un buen precio. Estos son algunos de ellos:
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Normas para el transporte aéreo de insulina
En el año 2007 se intensificaron los controles en el transporte aéreo de líquidos. Los medicamentos, incluídos los que son líquidos, como la insulina, están exentos de la normal y estará permitido llevarlos en el equipaje de mano para su uso durante el viaje. Los medicamentos deben identificarse separadamente en los controles de seguridad, pero no es necesario que se transporten dentro de una bolsa de plástico. Se recomienda que vayan acompañados de la receta o un informe médico. Es también aconsejable contactar con las compañías aéreas ya que cada una tiene sus propios procedimientos para el trasporte de estos artículos dentro del avión.
Los RX de los controles aéreos no alteran la composición de la insulina.
Ya no habrá problema a la hora de realizar un viaje, con estas recomendaciones. ¡A disfrutar del camino!
