Si estás leyendo este mensaje estás sesgad@ o tienes sesgos... y, ¿por qué me dice eSalúdate que soy sesgad@?
Lees este texto porque su día acudiste a algunos de nuestros cursos, te interesaste por ellos o te apuntaste a nuestro Boletín por ello estás en nuestra base de datos.
Decimos que tienes sesgos porque todos (al menos el 99,9%) de nuestros alumnos tienen sesgos positivos, ya que todos los que vienen a nuestras formaciones en el Centro Tecnológico de Simulación o a cualquier otro hotel o sala que contratamos, son personas con inquietudes, con afán de mejora continua, a los que les apasiona lo que hacen, queriendo mejorar tratamientos y cuidados de los pacientes.
La mayoría de vosotros os costeáis los cursos de vuestros bolsillo, otros contáis con la financiación de vuestro Hospital o empresa, pero TODOS os desplazáis desde muy lejos para acudir a una formación que no conocéis, restáis tiempo de las familias o simplemente de vuestro ocio y acudís a formaros por propia voluntad con un gran esfuerzo para ser mejores profesionales. ¡Sois personas muy implicadas y sesgadas positivamente!
Y una vez habéis comenzado, nos comentáis que, “es como una droga, quieres más y más". "¡Cuánto más aprendo, menos sé!” ... y realmente es así, porque nos volvemos más exigente con nosotros mismos.
Todos conocemos a compañer@s que dejaron de darle importancia a la formación desde que terminaron su Carrera. Creen que los conocimientos adquiridos al principio, las innovaciones, las técnicas nuevas o los avances para nuestros pacientes les vinieron dadas por intuición divina y se quedan ahí... en nuestro ordenador de a bordo para toda la vida, y se conforman con haber acudido unos años a la Universidad. ¡Nunca más lejos de la realidad! En todos los campos del saber, pero especialmente en las disciplinas biomédicas.
La realidad es muy cambiante y requiere actualizaciones continuas con mucho esfuerzo detrás.
Puedes quedarte dormirdo en los laureles y que te adelanten por la izquierda y derecha o puedes formarte e implicarte en el conocimiento continuo.
¿Entiendes ahora por qué tienes sesgos?